Inventan un cuaderno para zurdos en Medellín
La libreta tiene las líneas para escribir pintadas en diagonal y se abre como un bloc de notas.
Cuando toma nota en clases, Marcela Chalarca ya no tiene que torcer la libreta, el cuerpo y el brazo para escribir cómoda con la mano izquierda. Ella cursa cuarto grado y hace poco su hermana mayor le regaló un cuaderno diseñado para zurdos.
La libreta fue lanzada al mercado por la empresa de diseño gráfico Anilina, y a diferencia de los diseños tradicionales, tiene las líneas para escribir pintadas en diagonal.
Según la zurda Erika Faura, gerente de Anilina y líder del diseño, así las personas que escriben con la mano izquierda toman nota cómodas y no tienen que torcer el cuerpo y la mano para "escribir derecho".
La libreta, que mide 20 por 20 centímetros, no tiene las argollas que a tantas manos izquierdas han lastimado. Viene cosida y se abre como un bloc.
Además, como quien toma nota en ella lo hace en diagonal, no mancha todo lo que escribe porque no arrastra la mano sobre la tinta, como le pasa a todos los zurdos del mundo.
También trae juegos para desarrollar el hemisferio derecho del cerebro (que dominan más los zurdos). Y una regla para estudiantes que se la llevan mejor con su mano izquierda.
"Ese cuaderno me ha ayudado mucho -dice Marcela-. Yo con un cuaderno normal tuerzo el brazo y el mismo cuaderno. Mis amigas se ponen bravas porque les cojo el espacio de ellas. En este solo muevo la mano y no le quito espacio a nadie".
Para diseñarlo, Faura y las diseñadoras Carolina Rodríguez y María Eugenia Posada, investigaron durante un año y medio en varios colegios qué necesitaban los zurdos en una libreta.
Margarita Restrepo, profesora de matemáticas en la Institución educativa Lola González, le ayudó al equipo de diseñadoras de Anilina a realizar pruebas del cuaderno con sus estudiantes.
La profesora dice que en promedio, en cada salón del colegio donde enseña, hay cinco estudiantes zurdos. Su preocupación con ellos en clase había sido siempre que tuviesen una silla adecuada.
"Yo nunca había notado -confiesa Restrepo- que un chico zurdo tuviera dificultad para escribir en cuadernos para diestros. Ahora me doy cuenta de que la mayoría no tiene cuadernos argollados".
Faura dice que en medio de la investigación ratificó que muchos zurdos no solo tienen problemas con los cuadernos sino con cosas tan sencillas como abrir una puerta o usar un abre latas.
Agrega que la libreta ayuda, de alguna forma, al "simple hecho de que al entender un zurdo que tiene una forma distinta de concebir las cosas, también se le facilitaría la forma cómo ve la vida".
"¿Qué tal que alguien, alguna vez, inventara una cámara de video que se pueda sujetar por ambos lados? ¿Qué tal que nos preguntáramos cómo hacer la vida más fácil y no se sienta la exclusión de las personas zurdas", reflexiona la diseñadora.
"Cuando hablábamos con consultores nos decían: 'No, ¡es que ustedes quieren cambiar el mundo!, y sí, finalmente las cosas se han dado hasta el momento así porque las personas que nos han gobernado son totalmente diestras y nunca han visto la necesidad de ver las cosas de otra forma", concluye.
La libreta fue lanzada al mercado por la empresa de diseño gráfico Anilina, y a diferencia de los diseños tradicionales, tiene las líneas para escribir pintadas en diagonal.
Según la zurda Erika Faura, gerente de Anilina y líder del diseño, así las personas que escriben con la mano izquierda toman nota cómodas y no tienen que torcer el cuerpo y la mano para "escribir derecho".
La libreta, que mide 20 por 20 centímetros, no tiene las argollas que a tantas manos izquierdas han lastimado. Viene cosida y se abre como un bloc.
Además, como quien toma nota en ella lo hace en diagonal, no mancha todo lo que escribe porque no arrastra la mano sobre la tinta, como le pasa a todos los zurdos del mundo.
También trae juegos para desarrollar el hemisferio derecho del cerebro (que dominan más los zurdos). Y una regla para estudiantes que se la llevan mejor con su mano izquierda.
"Ese cuaderno me ha ayudado mucho -dice Marcela-. Yo con un cuaderno normal tuerzo el brazo y el mismo cuaderno. Mis amigas se ponen bravas porque les cojo el espacio de ellas. En este solo muevo la mano y no le quito espacio a nadie".
Para diseñarlo, Faura y las diseñadoras Carolina Rodríguez y María Eugenia Posada, investigaron durante un año y medio en varios colegios qué necesitaban los zurdos en una libreta.
Margarita Restrepo, profesora de matemáticas en la Institución educativa Lola González, le ayudó al equipo de diseñadoras de Anilina a realizar pruebas del cuaderno con sus estudiantes.
La profesora dice que en promedio, en cada salón del colegio donde enseña, hay cinco estudiantes zurdos. Su preocupación con ellos en clase había sido siempre que tuviesen una silla adecuada.
"Yo nunca había notado -confiesa Restrepo- que un chico zurdo tuviera dificultad para escribir en cuadernos para diestros. Ahora me doy cuenta de que la mayoría no tiene cuadernos argollados".
Faura dice que en medio de la investigación ratificó que muchos zurdos no solo tienen problemas con los cuadernos sino con cosas tan sencillas como abrir una puerta o usar un abre latas.
Agrega que la libreta ayuda, de alguna forma, al "simple hecho de que al entender un zurdo que tiene una forma distinta de concebir las cosas, también se le facilitaría la forma cómo ve la vida".
"¿Qué tal que alguien, alguna vez, inventara una cámara de video que se pueda sujetar por ambos lados? ¿Qué tal que nos preguntáramos cómo hacer la vida más fácil y no se sienta la exclusión de las personas zurdas", reflexiona la diseñadora.
"Cuando hablábamos con consultores nos decían: 'No, ¡es que ustedes quieren cambiar el mundo!, y sí, finalmente las cosas se han dado hasta el momento así porque las personas que nos han gobernado son totalmente diestras y nunca han visto la necesidad de ver las cosas de otra forma", concluye.
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